CONVIVENCIA

MEDIACIÓN ESCOLAR

MOTOR DE CIUDADANÍA ACTIVA (MCA)

ALUMNO AYUDANTE

ALUMNO MEDIADOR

MEDIACIÓN ESCOLAR

El Decreto 114/2011, de 11 de mayo, por el que se regula la convivencia en el ámbito educativo de la Comunidad Autónoma de Canarias (BOCnº108, de 2 de junio de 2011). Constituye la norma general de referencia en este ámbito para todos los centros educativos de nuestra Comunidad Autónoma. En el mencionado Decreto el término “Mediación” se define como un procedimiento para gestionar conflictos. Se basa en el diálogo a través de un encuentro voluntario entre las partes implicadas y la persona mediadora, quien siendo ajena al conflicto y actuando de forma imparcial les ayuda a comunicarse. El objetivo es que las partes encuentren y decidan de común acuerdo la manera de solucionar el problema que les mantenía en conflicto. El acuerdo alcanzado debe ser satisfactorio para ambas partes.

El apartado de mediación de este Decreto se desarrolla con la Orden de 27 de junio de 2014, por la que se regula la gestión del conflicto de convivencia por el procedimiento de mediación en los centros educativos de enseñanza no universitaria de la Comunidad Autónoma de Canarias. La mediación escolar, como estrategia de resolución pacífica de conflictos, implica llevar a la práctica un enfoque comunitario de la educación, pues otorga un destacado protagonismo a todos los sectores de la comunidad educativa. De esta manera, refuerza el importante papel que la participación educativa posee como factor para lograr una escuela de calidad, equitativa y compensadora de desigualdades, al impulsar la corresponsabilidad de todos sus agentes educativos.

La puesta en marcha de un Proyecto de Mediación Escolar conlleva “formar alumnado en actitudes y habilidades que les llevan a una mejor comprensión de los conflictos que afrontan, a un autoconocimiento y valoración de ellos mismos, al respeto hacia las demás personas, a la experimentación de emociones y sentimientos positivos, a una correcta canalización de la agresividad, a comunicarse efectivamente, a participar y a cooperar en el bienestar de todos” (Boqué, 2002)

En el colegio aboradamos los conflictos usando como una herramienta, la mediación, en las que dos personas enfrentadas recurren a una tercera persona imparcial y neutral, que los guiará y acompañará en un proceso de búsqueda de soluciones satisfactorias para ambos. Para ellos los implicados deben comunicarse y dialogar, comprender la posición del otro, cooperar… hasta que los dos se sientan satisfechos y obtengan beneficios. Se trata de un modelo en el que los protagonistas se sienten ganadores al finalizar el proceso.

OBJETIVOS

  • Contribuir a mejorar el clima de convivencia del centro.
  • Dar a conocer el proceso de mediación como alternativa a los conflictos.
  • Concienciar a la comunidad educativa que los conflictos de convivencia se solucionan con el diálogo y el respeto.
  • Dar a conocer al alumnado la mediación como herramienta para la resolución de conflictos.
  • Facilitar la formación específica para el profesorado y el alumnado.
  • Mediar como alternativa a la gestión de conflictos en el centro.
  • Sensibilizar a la comunidad educativa sobre el Plan de Convivencia y el Proyecto de Mediación Escolar.
  • Enseñar habilidades de resolución de conflictos a los colectivos implicados en el plan.

FINALIDAD

La finalidad de la mediación escolar es crear entre las partes en un conflicto un marco de comunicación que les facilite gestionar por sí mismos sus problemas de forma cooperativa, pudiendo afectar a toda la comunidad educativa.

PRINCIPIOS DE MEDIACIÓN

1.- Intervención mínima. En un conflicto primará el diálogo entre las partes implicadas. En caso de que no se den soluciones primará el procedimiento mediador antes que el procedimiento sancionador.

2.- Principio de reparación responsables. Que los implicados se responsabilicen en buscar la mejor solución al conflicto.

3.- Principio de mutua satisfacción. El objetivo será que las partes alcancen un acuerdo satisfactorio para ambas partes en la que las dos partes resulten ganadoras.

MODALIDADES

a) La mediación formal se aplicará en conflictos donde un alumno haya realizado una conducta contraria a la convivencia de carácter grave o gravemente perjudicial. Será utilizada como vía alternativa al modelo disciplinario tanto de aplicación directa de medias correctoras como para la incoación de un expediente disciplinario. Su uso irá orientado a corregir las conductas contrarias a la convivencia mediante la reparación del daño causado, asumida de forma responsable, y la construcción de un acuerdo satisfactorio entre las partes en conflicto.

Quedarán excluidas de esta alternativa, de conformidad con los dispuesto en el artículo 70 del Decreto 114/2011, de 11 de mayo, las situaciones que perjudican gravemente la convivencia a causa de acoso escolar, agresiones físicas y vejaciones o humillaciones que tengan una implicación de género, sexual, racial o xenófoba, o se realicen contra el alumnado más vulnerable. 

b) La mediación no formal será el procedimiento habitual para gestionar cualquier conflicto en el que interviene el alumnado, quedando la mediación formal como procedimiento excepcional, para los casos señalados en el apartado anterior.

GARANTÍAS DEL PROCEDIMIENTO

a) Voluntariedad. Las partes acuden a la mediación voluntariamente y pueden abandonarla en cualquier momento. Nadie puede ser obligado a dialogar ni a solucionar colaborativamente un conflicto.

b) Autonomía de la decisión. Las partes conservan la capacidad de tomar decisiones respecto a su conflicto. La persona mediadora no puede imponer ningún tipo de solución, no es un/a Juez/a ni un/a árbitro/a.

c) Neutralidad e imparcialidad. La persona mediadora no se va a posicionar a favor de ninguna de las partes y no tiene interés en ningún tipo de resultado en cuanto a la solución.

d) Confidencialidad. El proceso es confidencial y lo que se dice en la mediación no puede repetirse en otro foro.

e) Buena fe. Las partes acuden al proceso de mediación porque su objetivo es, realmente, solucionar el conflicto.

MOTOR DE CIUDADANÍA ACTIVA

El Consejo Escolar de Canarias como órgano de participación socioeducativa y asesoramiento consultivo lleva más de 35 años desarrollando acciones encaminadas a promover la participación y la mejora de la calidad de la enseñanza.

En línea con este compromiso, surge este proyecto, con casi tres años de vida, Motor de Ciudadanía Activa (MCA) como iniciativa para activar e impulsar la participación de las personas jóvenes como agentes de ciudadanía activa, en consonancia con sus fines de promover y dinamizar la participación efectiva y democrática de los sectores concernidos en la enseñanza no universitaria.

Se apuesta por promover y apoyar el papel activo del alumnado en la educación de forma que se sienta autor en la construcción de su bienestar personal y social.

OBJETIVOS

Este proyecto de “educación para la ciudadanía” se plantea desde una perspectiva integral y amplia en el que se pretende colaborar en crear ciudadanía activa, competente, preocupada por la marcha de la educación y de otros intereses colectivos…; alumnado que reclame su papel activo en el desarrollo de los procesos educadores, sociales y políticos.

Para lograrlo se plantean los siguientes objetivos:

  • Sensibilizar y concienciar a toda la comunidad educativa sobre la necesidad de promocionar el papel protagonista y participativo del alumnado en la educación, la construcción y mejora de nuestra comunidad tanto en espacios no formales como informales.
  • Generar estructuras operativas entre el alumnado de jóvenes personas clave que, por su rol, sean capaces de convertirse en “alumnos/as promotores/as de ciudadanía activa”, líderes y referentes entre iguales en los contextos educativos, comunitarios y relacionales.
  • Articular de manera operativa la figura del alumnado promotor de ciudadanía activa en los ecosistemas educadores configurando como estructura base un grupo motor en cada centro educativo y su contexto.
  • Promocionar el movimiento asociativo del alumnado. Aumentar las relaciones interpersonales con iguales que ejerzan una influencia positiva sobre los jóvenes y el grado en que generan vínculos sociales hacia grupos positivos de amigos e instituciones sociales.
  • Potenciar el conocimiento de los recursos comunitarios y el acercamiento a ellos por parte del alumnado y colaborar con los agentes educativos formales y agentes sociales comunitarios en la promoción de la ciudadanía activa.
  • Promocionar y potenciar el voluntariado juvenil, propiciando su reconocimiento social e institucional, así como su visibilidad social con el fin de contribuir a la configuración de una sociedad más solidaria y tolerante.
  • Ampliar y generar nuevos espacios de encuentro, dentro del ámbito comunitario, para la coordinación y colaboración entre las diferentes instituciones y organismos capaces de incidir en la promoción de la ciudadanía activa en el apoyo de la educación. Sumar con otros procesos participativos.
  • Colaborar en el desarrollo (autonómico, insular y local) de políticas de juventud afirmativas, participativas, de transición y de compromiso social.
  • Diseñar y desarrollar actuaciones desde el modelo de aprendizaje dialógico- colaborativo en referencia a la ciudadanía activa desde un nivel 7- 8 de participación del alumnado (confianza, colaboración, horizontalidad, autonomía, autoaprendizaje…).

FORTALEZAS

  • Desde el grupo motor MCA de cada centro se aporta “luz que da energía e ilumina” el proceso de participación. Se genera un modelo que activa y fortalece el voluntariado, su entusiasmo, su compromiso y su implicación.
  • El alumnado MCA que forma parte de manera voluntaria en los grupos motores tiene “talento social”1 y entusiasmo (“tienen magia”). Se estimula y potencia la autoría del alumnado en sus procesos de participación y construcción ciudadanía.
  • Se constata que las comunidades educadoras son escenarios de oportunidades excepcionales para favorecer la participación real del alumnado si y solo si en los procesos que se generan son protagonizados con actuaciones coordinadas en el proyecto educativo de centro.
  • Se potencia la participación y compromisos compartidos (objetivos y valores) desde el desarrollo de metodologías activas en las que el alumnado MCA participa en todo el proceso , toma las decisiones, elabora colaborativamente las actividades y las dinamiza desde un modelo de liderazgo entre iguales. El profesorado es facilitador y orientador (Conector) y los técnicos del proyecto catalizadores.
  • Se desarrollan competencias sociales y ciudadanas del alumnado MCA.
  • Se están activando procesos de aprendizaje y participación socioafectivos que mejoran el clima personal, del aula y del centro (comunicación, confianza y relaciones).
  • Se construyen contextos que facilitan el bienestar personal y social.
  • El liderazgo del profesorado desde su rol de conector en cada centro es, en sí mismo, un elemento clave para favorecer y promover los procesos participativos.
  • El proyecto se desarrolla en seis islas y, de manera significativa, en centros localizados en zonas sociodemográficas representativas de Canarias, siguiendo la estructura territorial de las zonas de los Centros de Profesorado.
  • Las actividades que se elaboran de manera colaborativa por el alumnado MCA son dinamizadas y evaluadas por ellos mismos en 30 centros lo que permite replicarlas en cursos sucesivos y trasladarlas al conjunto de todos los centros educativos de Canarias.
  • Las ágoras son un instrumento de observación de la realidad educativa desde el liderazgo del alumnado.
  • La mayoría del alumnado MCA colabora en las estructuras formales de participación del centro, por ello, este órgano apuesta por potenciar la participación e implicación de este sector en la realidad educativa canaria (Consejo Escolar de Canarias, consejos escolares de centro, consejos escolares municipales…).

ALUMNO AYUDANTE 5º Y 6º DE PRIMARIA

Dentro de la red de ayuda de nuestro colegio, se otorga al alumnado un protagonismo especial en la mejora de la convivencia, a través de su intervención en la resolución de conflictos, la prevención de la violencia, y, de modo especial, en la evitación y atención del fenómeno del abuso entre compañeros (bullying).

Se trata de un rol voluntario desempeñado por tres o cuatro alumnos de cada grupo-clase que cumplen las siguientes características: 

  • Están pendientes del bienestar/malestar de sus compañeros.
  • Apoyan a aquellos que se encuentran mal o que tienen dificultades académicas y/o personales.
  • Derivan los problemas que superan su capacidad de actuación para que los resuelvan otras personas.
  • Saben escuchar y transmiten confianza. 

Una vez constituido el equipo, sus miembros reciben formación una vez a la semana (cada viernes) sobre el proceso de ayuda, la escucha, la asertividad, el manejo de emociones, la empatía, la resolución de problemas, etc. Para ello, el centro cuenta con espacios y tiempos para el acompañamiento y apoyo de este alumnado; difundiendo sus objetivos, valores y tareas; con un profesorado destinado a seguir de cerca sus intervenciones y supervisarlas, atender las dificultades, alentar, tomar decisiones y fomentar el servicio de ayuda entre iguales.

Desempeñarán las diferentes funciones de ayuda, acogida, detección de conflictos y dinamización de recreos; en diversos tiempos: durante los recreos, en clase, a las entradas y salidas del centro e incluso fuera de la jornada escolar. Y en diversos espacios: en el patio, en las aulas, en el comedor, en la cafetería, etc.

ALUMNO AYUDANTE SECUNDARIA

El ser humano construye gran parte de su mundo interior a través de la mirada del otro. En la infancia, la de los padres, tutores legales o familiares cercanos. Y en la adolescencia cobra especial intensidad la de los iguales. Ser aceptado, valorado, visto y escuchado por ellos es una de las mayores fuentes de bienestar y seguridad en esta etapa de la vida de profundos cambios.

En la línea de la educación por la Paz y los valores promovido desde siempre nuestro colegio “La Salle San Ildefonso” sobran las razones por las que el “Sistemas de Ayuda entre Iguales” da respuesta a necesidades que aparecen en el día a día: la atención a la diversidad, la gestión de los conflictos, la mejora del clima de convivencia en el Centro…

Cada vez existe una mayor diversidad de alumnado: alumnado con retraso en su aprendizaje, con riesgo de abandono, de diferente situación socioeconómica, de diferente cultura, con diferentes necesidades educativas especiales o específicas… Ante esta situación, hay que poner en valor y fomentar que sean los propios adolescentes los que detecten, informen y den apoyo, bajo supervisión, a otros estudiantes que atraviesan una etapa de malestar emocional.

La iniciativa del Alumnado Ayudante nos introduce en el aprovechamiento de un gran recurso humano: el propio alumnado. Utilizando estrategias de ayuda entre iguales se consigue mejorar el clima del Centro y el desarrollo personal y social de los y las ayudantes, y los ayudados y ayudadas.

El programa de Alumnado Ayudante se plantea como una herramienta eficaz para mejorar el clima de cooperación e interés por el aprendizaje y la superación de las dificultades sociales de todos y todas. 

Para ello, tras dar a conocer el programa al alumnado se realiza un sondeo mediante un sistema de encuesta para saber qué alumnos y alumnas están interesados en participar. A continuación, se realiza una formación y selección de aquellos alumnos y alumnas ideales para formar parte del equipo, que a continuación recibirá una formación para que puedan comenzar sus acciones, además de un seguimiento por los responsables.

ALUMNO MEDIADOR 3º Y 4º DE LA ESO

En el curso escolar 2023/2024 se pone en marcha desde el equipo de Convivencia Positiva un nuevo proyecto dirigido a la formación de alumnado mediador para 3º y 4º de la ESO. El inicio de esta acción formativa se justifica desde la propia idea de que vivimos en comunidad y es por este hecho precisamente por lo que es habitual que se den situaciones de conflictos.

En este sentido se hace pues imprescindible una mediación entre iguales, característica propia de la mediación educativa, por la que se entrenará al propio alumnado en la resolución de conflictos. Además, se hace necesario crear y/o reforzar una cultura favorable al diálogo y el entendimiento entre las personas que permita a nuestro alumnado disponer de las estrategias necesarias para superar los problemas que pudieran tener con el resto de sus compañeros. 

Todo esto concuerda y apoya el carácter propio del centro como Obra educativa de la Salle, además de estar recogido en la Orden de 27 de junio de 2014, por la que se regula la gestión del conflicto de convivencia por el procedimiento de mediación en los centros educativos de enseñanza no universitaria de la Comunidad Autónoma de Canarias, concretamente en el artículo 7 y en nuestro Plan de Convivencia, tal y como establece el Decreto 114/2011, de 11 de mayo, por el que se regula la convivencia en el ámbito educativo de la Comunidad Autónoma de Canarias.

Desde el equipo de convivencia iniciamos esta nueva andadura con mucha ilusión y lanzamos la convocatoria para la inscripción en la formación que se llevará a cabo a partir del mes de noviembre

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